miércoles, 4 de enero de 2012

BoBos: dícese de la izquierda bohemia convenidamente acomodada, y también la que no

Son ellos, nadie más, los que se están muriendo de frío y de hambre... mientras tú y yo en nuestras habitaciones de la primera planta estamos charlando acerca del socialismo tomando pasteles y champán. Alexander Herzen. 

Varios años atrás conversaba con un viejo y bastante sabio político, en medio de alguno de los temas que tocamos dijo algo como “son los caviarones los que están generando este problema”. Yo era bastante nuevo en conversaciones de ese tipo, por mi poca experiencia y sin duda lo poco que había leído al respecto, él en cambio había dedicado toda su vida a la política. 

Me surgió entonces la pregunta ¿qué es un caviarón?. Muy ducho él, me respondió que el origen del término coloquial caviar provenía de la expresión francesa gauche caviar que hace referencia a los políticos de izquierda que contaban con un “status social” elevado, y que la palabra se había relacionado por lo costoso de las huevas del esturión. Entonces pregunté ¿y por qué caviarones?. Me contestó una parte de la izquierda peruana es acomodada y culta, sí, –este amigo también era de izquierda, de bases y pueblo- pero que no sólo se caracterizaba por eso, sino que también era sumamente convenida y que había logrado todo su poder económico, su “buena posición social”, su reputación y su roce en base a tontos útiles, y que estos últimos solo eran personas de izquierda que no tenían capacidad de razonar por ellos mismos y que llevaban ese pensamiento de izquierda por las mismas sendas de varios siglos atrás, sin evolución, sin entendimiento y sin adaptación al espacio tiempo histórico de las realidades actuales. 

Me costó bastante tiempo entender esto que ahora me parece tan simple, al principio incluso me pareció un poco discriminatorio, pero luego al ver la actuación de muchos otros políticos pude entender lo que me había dicho. Hoy lo suscribo totalmente, sostengo que sin capacidad de análisis, de auto-cuestionamiento y de diligencia para encontrar respuestas más allá de las que nos dan, simplemente uno termina convertido en una ovejita de rebaño. Debo anotar que muy sorprendido quedé hoy por alguien que usando las fuentes de información públicas que le di, empezó a descubrir la verdad por si misma. 

Una de las cosas que tenía en mente, luego de entender esto último, era ¿por qué llamarlos caviarones o caviares? ¿por qué darles un beneficio tan grande si ellos insultan a todo aquél que no piensa igual? ¿por qué asociarlos con algo considerado un manjar para muchos?. Lo conversé con algunas personas en twitter y más de uno tenía la misma inquietud que yo. 

Me pareció un poco ocioso pensar en eso, así que lo deje por un tiempo. Posteriormente leí algunos libros de política que trataban tópicos relacionados y fui formando una idea. Finalmente el día de hoy un amigo –nuevamente en twitter- me hizo llegar un enlace (de la muy imparcial Mula) en el que se daba una cátedra de las razones por las cuales se debía usar el término “derecha bruta y achorada” (DBA), acuñado por Alvarez Rodrich y profetizada en el panfleto por Tafur. Como diría un amigo semiólogo, hacer eso es una subversión del lenguaje. 

Como tuitee hace un momento: “hay cosas que me sacan pica, hay otras que me hacen escribir un blog”, el término DBA será clasificada en la segunda categoría. 

En la literatura política que revisé encontré algo muy interesante en el libro “BoBos en el paraíso: ni hippies ni yuppies” escrito por David Brooks. Para él, la clase media o media alta compuesta originalmente –en EEUU- por blancos y protestantes, se había mezclado con clases sociales “distintas” que compartían los gustos y valores de la cultura bohemia de los 60´s. De este modo burgueses (bourgeois) y bohemios se fundieron para transformarse en BoBos. 

La Real Academia de la Lengua española define, Bobo: falto de entendimiento o razón. m. Personaje proverbial, símbolo de tontería y mentecatez. Define asimismo, Mentecato: 1. adj. Tonto, fatuo, falto de juicio, privado de razón. 2. adj. De escaso juicio o entendimiento. 

Pues bien, si Rodrich y Tafur quieren -en complicidad con La Mula- acuñar un nuevo término invocando a la “brutalidad” de no conocer la historia del Perú (muchos no la conocen no por brutalidad sino por mala educación), al achoramiento de los de “derecha” y usando lenguaje popular y poco culto de palabras como “achorado” no definida por la RAE, pero sí por el último libro de la gran Martha Hildebrandt (definido como adoptar actitudes agresivas o matonescas). Invoco a la derecha “culta y no culta”, a la izquierda que evoluciona, a aquellos que no son ni de izquierda ni de derecha, a aquellos que simplemente no gustan de tener una etiqueta política y a todos aquellos que consideran tienen capacidad de razonar y formular teorías, axiomas o dichos en base a algo más que afirmaciones de niño de inicial, a reemplazar el término caviar o caviaron por el de BoBo. 

No hay más bobo, mediocre, mentecato, tonto, fatuo, falto de juicio, privado de razón o de entendimiento que aquél que inventa algo a la volada, sin tomar un respetuoso reparo de lectura o razonamiento a favor de sus lectores. Nadie más “achorado” que estos últimos. 



Escribe alguien que aun se considera de izquierda, pero jamás de una izquierda troglodita, retrograda, convenida, y mucho menos no leal a los principios de esta ideología. 







4 comentarios:

  1. Puf... complicado. Caviar suena bien, y sobre todo a los aludidos les pica mucho recibir la chapa. ¡Caviar quedaaaa...!

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  2. Podría ser que básicamente el caviar es huevo...

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    1. ...me refiero a la razón para llamarles así. Simplemente Huevo...

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